El café, una de las bebidas más consumidas a nivel mundial, ha experimentado un crecimiento notable en Asia y Medio Oriente durante los últimos cinco años. Estas regiones, tradicionalmente asociadas con el té o bebidas locales como el qahwa árabe, han visto un aumento en la demanda de café impulsado por factores como la urbanización, el aumento de los ingresos disponibles, la influencia de la cultura occidental y una creciente preferencia por el café de especialidad.
Asia, particularmente el este y el sudeste asiático, ha emergido como una de las regiones con mayor crecimiento en el consumo de café. Según la Organización Internacional del Café, el consumo mundial de café creció a una tasa anual del 2,2 %, y Asia-Pacífico ha liderado este crecimiento. En 2024, el mercado de café en Asia-Pacífico alcanzó un valor estimado de 132,13 mil millones de dólares, con proyecciones de llegar a 166,39 mil millones para 2029.
China es un caso destacado. Tradicionalmente un país consumidor de té, el café ha ganado terreno, especialmente entre la población joven y urbana. Según el Departamento de Agricultura de EE. UU., China consumió aproximadamente 5 millones de sacos de café en la temporada 2023/2024, posicionándose como el séptimo consumidor mundial. El número de cafeterías de marca en China creció un 58 % en un solo año, alcanzando cerca a 50 mil locales en 2023, superando a Estados Unidos como el mayor mercado de cafeterías de marca. Cadenas como Luckin Coffee y Cotti Coffee, junto con Starbucks, han impulsado este boom, abriendo miles de nuevos puntos de venta.
En Japón, el consumo de café también ha crecido significativamente, con 7.303 millones de sacos consumidos en 2020-2021, según la OIC. La cultura del café en Japón se ha consolidado, con un enfoque en cafés de especialidad y experiencias personalizadas. India, por su parte, ha visto un aumento en el consumo debido al crecimiento de la clase media alta, con estimaciones que sugieren que más de 500 millones de personas podrían adoptar el café como hábito para 2025. La producción de café de alta calidad en regiones como Yunnan (China) e India, con puntuaciones superiores a 85 en catas, refleja el creciente interés por el café de especialidad.
En Medio Oriente, el café tiene una rica historia cultural, desde el café turco hasta el qahwa árabe, pero los últimos cinco años han marcado una evolución hacia el consumo moderno. Según Mordor Intelligence, el mercado del café en Medio Oriente y África está creciendo a una tasa del 7,5 % entre 2024 y 2029, impulsado por la proliferación de cafeterías y una preferencia por bebidas a base de espresso, como capuchinos y lattes. Arabia Saudita lidera la región, representando el 40 % de las cafeterías de marca en el Medio Oriente y Norte de África, con un crecimiento del 10,5 % en el número de locales en 2023.
En una región donde el alcohol está restringido, el aumento del consumo se debe en parte a factores culturales y religiosos, convirtiéndose en una bebida social clave.
Factores Impulsores
Varios factores explican este crecimiento. La urbanización y el aumento de los ingresos han permitido a los consumidores en Asia y Medio Oriente gastar más en experiencias como visitar cafeterías. La influencia de la cultura occidental, impulsada por cadenas globales como Starbucks y marcas locales como Luckin Coffee, ha introducido bebidas innovadoras y accesibles. Además, los beneficios percibidos del café, como la reducción del riesgo de diabetes y el aumento de energía, han atraído a una demografía más joven. La pandemia de COVID-19 también cambió los patrones de consumo, con un aumento del 35 % en las compras de café para el hogar en países como Brasil, una tendencia que se reflejó en Asia.
El futuro del mercado del café en Asia y Medio Oriente es prometedor. Se espera que la demanda global alcance los 300 millones de sacos para 2050, con Asia-Pacífico y Medio Oriente como regiones clave. La creciente popularidad del café orgánico y de especialidad, junto con la expansión de cadenas locales y globales, continuará impulsando el mercado.
El consumo de café en Asia y Medio Oriente ha experimentado un auge sin precedentes en los últimos cinco años, transformando estas regiones en motores clave del mercado global. Con un enfoque en la calidad, la sostenibilidad y la innovación, el café no solo se ha consolidado como una bebida, sino como un símbolo de modernidad y conexión social.